Una adicción silenciosa 

Autor: Padre José Luis Hernando

 

 

¿Mirar la televisión es un problema en su hogar? ¿Cuánto tiempo se pasa delante de la televisión en su casa?. Desde un punto de vista católico, mirar la TV no simplemente es cuestión del uso del tiempo libre, sino también un tema de moralidad. 

Un axioma de la eología moral tradicional es que nunca intentamos colocarnos en ocasiones de pecado. Y es seguro decir que el contenido abrumador de la programación de la televisión de hoy no tiene una influencia positiva en sus espectadores. No refleja de manera substancial, excepto accidentalmente, la visión católica del significado de la vida. Con su énfasis implacable en la violencia, la licencia sexual, la frivolidad y la búsqueda implacable por acumular bienes y los placeres efímeros, podríamos decir que es ciertamente uno de los principales autores de la "cultura de muerte" a los que el papa Juan Paul II se refiere. 
¿Qué podemos hacer para controlar, si no eliminar, nuestro apego a la "droga de la clavija? 

1) Réstele importancia a la Televisión. Primero, calcule el número total de horas que su familia pasa ante la televisión cada semana. Después calcule cómo se podría usar ese tiempo constructivamente. ¿Cuántos libros podrían leerse?, Se podrían aprender habilidades nuevas, visitar museos, escuchar música sana, tocar instrumentos, realizar obras espirituales y corporales de misericordia, o simplemente hacer el quehacer de la casa de manera más eficaz? 
2) Sí lo anterior no es posible. Considere mantener la televisión bajo llave y un lugar alto. La televisión es semejante a una sustancia peligrosa, como el alcohol o un arma. Los padres deben conservar la clave. 
3) Solamente debe haber una televisión en la casa. Es increíble permitir que un niño tenga acceso libre a la televisión sin la supervisión de un adulto. 
4) Los programas de televisión que se miran deben ser limitados y generalmente educativos, o por lo menos deben proporcionar entretenimiento de manera formativapara una familia católica.
5) Generalmente, los programas de televisión se deben mirarse por la familia entera. Esto debe asegurar su decencia, fomentar la unidad de la familia y tener en cuenta la reacción y discusión. 
6) Está terminantemente prohíbo cambiar de un canal a otro “para ver qué hay”. Nadie en la familia debe sentarse en la sala y disponerse a perder el tiempo.
7) Nunca utilice la televisión como niñera. Lea a sus niños y abra su imaginación impaciente. Llegará el día en que le agradecerán efusivamente por el cuidado cariñoso de sus mentes y corazones cuando ellos no conocían nada mejorar. 
8) Nunca utilice la televisión como recompensa por terminar su tarea o realizar las tareas de casa. 
9) Sí, usted puede utilizar la televisión como instrumento educativo. Lea los catálogos de video y rente o compre cuidadosamente las películas o series que formarán el carácter de sus niños según los valores que usted les brinde. Elabore un calendario semanal para un año civil o académico para reuniones de sábado por la noche en familia y con los amigos. 
10) Como regla, la televisión no debe estar encendida durante las comidas. Las comidas, aparte de sus aspectos nutritivos, son ocasiones maravillosas para que las familias compartan sus experiencias y crezcan en la unidad. En nuestro precipitado estilo de vida, las comidas son a menudo la única oportunidad diaria para que la familia entera este reunida. 
11) Los Nintendo y Sega Genesis no son admitidos. Los juegos de video no se deben permitirseen la casa. Si la televisión es mariguana, los juegos de video son como heroína. Nunca se había perdido tanto tiempo por tan poco. 

Estoy seguro que los padres podrían encontrar muchos tips adicionales. Sugiero simplemente varios consejos para que la familia tome el control de la televisión y no que ésta controle la familia.

Cristo, y no su serie favorita de televisión, debe estar al centro de la familia. ¿Después de todo, de qué le sirve divertirse a más no poder, si pierde su alma?