Prohibido prohibir

Autor: Eladia Blázquez

 

No se puede prohibir, 
ni se puede negar, 
el derecho a vivir, 
la razón de soñar.

No se puede prohibir, 
el creer ni el crear, 
ni la tierra excluir, 
ni la luna ocultar.

No se puede prohibir 
ni una pizca de amor, 
ni se puede eludir 
que retoñe la flor.

Ni del alma el vibrar, 
ni del pulso el latir, 
ni la vida en su andar, 
no se puede prohibir.

No se puede prohibir, 
la elección de pensar, 
ni se puede impedir, 
la tormenta en el mar.

No se puede prohibir, 
que en un vuelo interior 
un gorrión al partir, 
busque un cielo mejor.

No se puede prohibir, 
el impulso vital, 
ni la gota de miel, 
ni el granito de sal.

Ni las ganas sin par, 
ni el deseo sin fin 
de reir, de llorar, 
no se puede prohibir.

No se puede prohibir, 
el color tornasol 
de la tarde al morir, 
en la puesta de sol.

No se puede prohibir, 
el afán de cantar, 
ni el deber de decir 
lo que no hay que callar.

Sólo el hombre incapaz de entender, 
de sentir ha logrado, al final, 
su grandeza prohibir,
y se niega el sabor y la simple verdad, 
de vivir en amor y en total libertad.

Si tuviese el poder de poder decidir 
dictaría una ley: ¡Es prohibido prohibir...!