Mirar el oceano
Autor: Paulo Coelho
Careimi Assmann cuenta: Diego no conocía el mar. Santiago Kovladoff lo llevó a descubrir el océano.
Durante días viajaron hacia el sur. Una tarde, Santiago le dijo a Diego: “Detrás de aquellas dunas está el mar.”
El corazón del jovencito latía de emoción. Subió corriendo los médanos, sin esperar a nadie y, de repente, se encontró frente al océano.
Fue tanta la inmensidad, fue tanto el fulgor, que el niño se quedó mudo. Cuando logró recuperar la voz, tartamudeó:
“¡Es muy grande! ¡Ayúdame a mirarlo!”
El maestro dice al respecto: “Así como nadie puede ayudarnos a mirar el océano, no podemos usar los ojos de nadie para entender o percibir qué pasa con nosotros.”