Padre Nuestro de los padres

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PADRE NUESTRO...
de todos nosotros que también somos padres,
que hemos dado vida a nuestros hijos
y que los amamos más que a todo.

QUE ESTÁS EN EL CIELO...
y también en la tierra entre nosotros:
en las realidades de cada día,
en la intimidad de nuestro matrimonio
y en el corazón de cada uno de nuestros hijos.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE...
que reconozcamos que tú eres Santo y Bueno;
que comprendamos que sólo eres Amor;
que creamos que tú te enterneces cuando nos miras
como lo hacemos nosotros cuando miramos a nuestros hijos.

VENGA A NOSOTROS TU REINO...
en el mundo y en nuestro hogar:
que reine un clima de paz, de estimación, de alegría;
que estés presente en nuestros pensamientos y actuaciones,
en las dificultades y en el bienestar.

HÁGASE TU VOLUNTAD...
aunque no la entendamos, porque estamos seguros de tu amor,
y que nunca deseemos,
ni para nosotros ni para nuestros hijos,
nada que pueda perjudicar.

EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO
en las cosas importantes y en las pequeñas,
en las cosas materiales y en las espirituales,
para que podamos ayudar a nuestros hijos
a empezar a vivir, ya en la tierra, pedacitos de cielo.

DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA...
todo lo que nos tiene que dar fuerza:
tu Palabra y tu Presencia;
aquello que nos es imprescindible para la vida de cada día:
esfuerzo, paciencia, ternura, capacidad de perdón...

PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN
NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN...
que creamos en tu perdón y que, como tú, deseemos perdonar cada día
a los que nos molestan o no nos comprenden,
a los que se muestran desagradecidos o poco delicados...
sobre todo a los de casa.


NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN...
en la tentación del desánimo, del cansancio,
de la desconfianza entre nosotros,
de la exigencia sin misericordia,
de la condescendencia sin firmeza.

Y LÍBRANOS DEL MAL...
del mal y de hacer el mal,
de los desaciertos en la educación de los hijos,
de la incomprensión entre los esposos,
de la autosuficiencia, rigidez y tristeza,
para que podamos vivir en tu presencia
toda la familia unida y esperanzada,
ahora y siempre.