Los bebes viven el momento
Autor: Sakti Ishaya y Blusham Ishaya 
Libro: "Oye Dios! es hora de despertar" 



Imagínate un bebé acostado en su cuna pensando para sí mismo: "Ojalá no hubiera llorado esta mañana porque mi mamá se molestó mucho; claro que ayer también lloré y la semana pasada también. Pensándolo bien, lloro todos los días y esto la fastidia mucho. ¿Cuándo voy a parar de hacer esto?". 

¿Se lamentan los bebés por el pasado? No, los bebés no piensan de esa manera. Ellos nunca se arrepienten del pasado. O imagínense un bebé pensando en el futuro: "Me pregunto con quién me casaré cuando crezca. Me pregunto a qué universidad asistiré. Me pregunto si seré un médico o un campesino. ¿Cómo pagaré una buena educación para ellos?. ¿Acaso los bebés se preocupan por el futuro? No, y tampoco se lamentan por el pasado. Viven totalmente el momento. Si están tristes lloran; si están contentos, se ríen; si están furiosos, gritan y al momento siguiente están contentos otra vez. 

Imagínense otra vez al bebé acostado en su cuna pensando para sí mismo: "He estado tomando demasiada leche y mira cómo estoy engordando, voy a tener que ir al gimnasio. Mami, ¿me puedes llevar al gimnasio para poder hacer abdominales y así poder quitarme mi barriguita?¿O quizás sería más rápido hacerme una liposucción, mami, qué cirujano plástico me recomiendas?" ¿acaso los bebés juzgan sus cuerpos? No, el bebé piensa que es perfecto como es. No juzga su cuerpo en ningún momento. 

Imagínense otra vez al bebé pensando para sí mismo: "¡Uy!. Este pañal se me ve tan feo que se me escurre hasta las rodillas ...Mami, yo no puedo salir viéndome así, ¿qué pensara todo el mundo? Me gustaría ponerme mi vestido azul nuevo hoy, ya me puse ese blanco dos días seguidos y alguien puede darse cuenta, ¿qué dirán?" ¿Acaso a los bebés les importa cómo se ven? No, a los bebés no les importa qué clase de ropa les ponen y solamente se quejan cuando están incómodos. Un bebé sabe que es perfecto exactamente como es. Vive en total inocencia y allí es donde yace la libertad total. 

... De adulta he pasado mucho tiempo lamentándome por el pasado: 

"Ojalá no hubiera dicho eso esta mañana; ojalá hubiera escogido una carrera diferente; ojalá no hubiera comido eso; ojalá no me hubiera casado con él". Pasé mucho tiempo pensando esto mismo una y otra vez. Todos los días tenía alguno de estos pensamientos, todas las semanas, todos los años. ¿Por qué me casé con él? Es un imbécil. "Tuve este pensamiento durante todos los días de nuestro matrimonio que fueron dieciocho años. Es más, ocho años después de haberme divorciado, todavía pensaba la misma cosa y él ya no estaba en mi vida. 

Al dejar que el pasado nos guíe, nos volvemos esclavos de nuestras percepciones anteriores, así como de nuestros juicios y creencias. 

¿Cuántas cosas lamentas y juzgas de tu pasado? ¿Toda esa lamentación acaso cambia algo? ¿puedes cambiar el pasado al lamentarte o al tratar de hacer que alguien se sienta culpable, incluyéndote a ti mismo? 

¿No es momento de parar ya? 

¡Lamentarse y sentirse culpable es una pérdida de tiempo tan grande!