Llámame soy Yo

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Llámame, Yo soy, La Luz, La fuerza y el Amor:

Cuando en las horas de intenso disgusto, el desaliento te invade el alma 
y las lágrimas te afloran en los ojos, búscame: Yo Soy aquel que sabe 
sofocar el llanto y detener las lágrimas.

Cuando te juzgas incomprendido de los que te circundan y veas que a tu 
alrededor hay indiferencia, acércate a Mi: Yo Soy la luz sobre cuyos rayos se aclaran la pureza de tus intenciones y la nobleza de tus sentimientos.

Cuando se extingue el ánimo para arrastrarte en las vicisitudes de la 
vida y te hallares en la inminencia de desfallecer, llámame: Yo Soy la 
fuerza capaz de remover las piedras de los caminos y sobreponerte a las 
adversidades del mundo.

Cuando te azote la pobreza y ya no supieras donde reclinar la cabeza, 
corre junto a Mi: Yo soy el refugio en cuyo seno encontrarás amparo para tu cuerpo y tranquilidad para tu espíritu.

Cuando te falte la calma, en los momentos de mayor aflicción y te 
consideres incapaz de conservar la serenidad de espíritu, invócame: Yo Soy la paciencia que te hace vencer los trances más dolorosos y triunfar en las situaciones más difíciles.

Cuando la tristeza y la melancolía te inundan el corazón y todo te causa 
aborrecimiento, llámame: Yo Soy la alegría que te sopla un aliento nuevo y te hace conocer los encantos de tu mundo interior.

Cuando uno a uno te fenecen los ideales más bellos y te sientes en el 
auge del desespero, apela a Mi: Yo soy la esperanza que robustece la fe y te calienta los sueños.

Cuando la impiedad te rechaza al revelarte las faltas y experimentas la 
dureza del corazón humano, procúrame: YO soy el perdón que te levanta el ánimo y promueve la rehabilitación de tu espíritu.

Cuando ya no pruebas la sublimidad de una afección tierna y sincera y te desilusionas del sentimiento de tus semejantes, aproxímate a Mi: Yo soy la renuncia que te enseña a olvidar ingratitudes de los hombres y la 
incomprensión del mundo.

Por último y cuando por fin quisiera saber quién Soy, pregunta al riacho 
que murmura y al pájaro que canta, a la flor que desabrocha y a la estrella que centellea, al joven que espera y al viejo que recuerda.

Llámame Amor: el remedio para todos los males que te atormentan en el 
espíritu: ¡ YO SOY JESÚS!