La oración también es gimnasia

Autor: Padre Guillermo Ortiz, S.J.

Algunos hacen gimnasia por la mañana al levantarse, otros por la tarde o por la noche; muchos practican deportes el fin de semana, y para algunos el mismo trabajo es un ejercicio físico más leve o más pesado, y le exigen al cuerpo tanto o más que los deportistas y atletas de profesión...

Pero, ¿cómo va tu gimnasia espiritual? No ves tu espíritu pero lo sentís. Espiritualmente, ¿te sentís en forma o debilucho para andar el camino difícil de la vida, en esa dimensión más honda de la existencia?

Te quiero recordar que siempre tienes a mano la gimnasia espiritual que es la oración y también el templo, la capilla, la Iglesia, que es el gimnasio espiritual para los atletas del espíritu, la clínica para los que necesitan cura y un poco de terapia, el mercado para los que necesitan alimento, porque la vida espiritual no es fruto de un razonamiento, de un silogismo de la inteligencia, a eso podríamos llamarle vida psíquica. La vida espiritual, como la vida del cuerpo se alimenta, se somete a un examen riguroso, recibe medicina, entra en terapia, se cura, se ejercita en el contacto, la relación y el intercambio amoroso con Dios. Este es el campo o la dimensión religiosa de la oración, la liturgia, los sacramentos, el contacto con Dios, la caridad con los hermanos.

¿Tu espíritu está en forma, o medio debilucho?