Hospitalidad

Autor: Phil Bosmans

 

Amar a los hombres. Amarlos a todos. Quiere decir, ante todo, acoger a todos los hombres que encuentres en tu camino. Quiere decir: dar tu corazón, tu casa, tus bienes, de tal modo que el otro no se sienta humillado sino que pueda aceptarlos como una cosa natural. No forzar nunca nada. Todas las cosas deben acontecer espontáneamente. La hospitalidad no la aprenderás nunca en los libros. Es una actitud interior que lleva a abrirse y a compartir las cosas. Pertenece al misterio de quien es verdaderamente hombre.

Para reencontrar la auténtica hospitalidad debemos observar a los pobres. En el Norte de Africa, por ejemplo, el pobre invita a su mísera barraca hecha de barro, de palos y cartón y no cesa de repetir: ¡Mi casa es tu casa!

Ven y bebe un poco de té. Ven a comer. Y, si se hace de noche, no te dejará marchar. Tendras que quedarte a dormir. Para ti extenderá en el suelo sus mejores esteras, y Dios sabe dónde irá él a dormir. Después, cuando este hombre venga a Europa, encontrará en nuestras ciudades un cartel: ¡Prohibidoa los norte-africanos!