Historia de cangrejos

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Con buen humor se curan muchas dolencias del alma, se iluminan las mentes y se mejoran las relaciones.

Por eso les cuento que una cangrejita salió a pasear a la playa y de pronto se llevó una grata sorpresa: Alcanzó a ver a un cangrejo bien "bizcocho" que venía hacia ella no andando para atrás sino para adelante.

El corazón le comenzó a latir más de prisa y la cangrejita se dijo para sí misma: ¡Uf, este es mi cangrejo! Diferente, original y, sobre todo, 'echao pa'lante' con su cuerpo de película.

La cangrejita se le declaró y se casaron de una, como acostumbraban los cangrejos.

Al otro día salieron a la playa y -¡oh decepción!- la cangrejita vio con desconsuelo que su galán empezó a caminar para atrás. -Mi amor -le dijo-, ¿cómo es que va para atrás si lo que más me atrajo de usted es que era distinto y 'echao pa'lante'? -¿Y usted qué quiere, mi vida? -respondió el cangrejo. ¿Usted quiere que yo me emborrache todos los días, o qué?