Hay una mujer...
Autor:
HAY UNA MUJER que se levanta de un sueño inquieto en las meras madrugadas.
HAY UNA MUJER que se acuesta después de que todos están ya descansando.
HAY UNA MUJER que proyecta todas las noches el día de mañana, para que a nadie le falta nada al despertarse.
HAY UNA MUJER que trabaja, organiza horarios, lava, cocina, plancha, ordena la casa y reza.
HAY UNA MUJER que controla cada cama y su abrigo, cada plato y su alimento, cada inquietud, cada silencio, cada rebeldía.
HAY UNA MUJER que mantiene el oído atento a cada tos, cada fiebre incipiente, cada desgano y cada regresar tardío.
HAY UNA MUJER que se hace tiempo dentro del atareado tiempo para escuchar a los pequeños y a los no tan pequeños que necesitan aligerar sus penas, rescatar sus esperanzas de futuro, aclarar la montaña de sus dudas y asegurarles que no están solos.
HAY UNA MUJER que pone flores en un vaso y lo coloca donde todos puedan verlo y disfrutarlo.
HAY UNA MUJER que conversa con los pájaros mientras pica el perejil y troza la cebolla.
HAY UNA MUJER que cuenta anécdotas que son como senderos del ancestro y marcan la vieja historia de la ascendencia familiar para mantener el orgullo de la casa.
HAY UNA MUJER que es el puerto al cual todos recurren y todos vuelven. Y esa es su única gloria.
HAY UNA MUJER a quien se tienden las manos de los hijos desde el principio al fin. Todas las manos. A todas las edades.
Se llama MADRE, Simplemente MADRE.