Estrella del Cielo

(Dedicado a la Madre Teresa de Calcuta)

Autor: L.M.T.


Grande fue el silencio,
que quedó ante tu partida.

Inmenso fue el tesoro,
que nos dejaste con tu alegría.

Porque nunca rechazaste a nadie,
sino que acompañaste y amaste a quien quizás ni lo pedía.

Educaste en la fe y reconociste a todos,
como hijos espirituales y almas queridas.

Vestiste tu sari blanco y lo adornaste con tus virtudes,
sin necesidad de joyas y coronas que eleven tu jerarquía.

Tu alma florecía con una sonrisa,
tu intimidad era solamente justicia.

Tu Ángel Custodio cuidaba tus días,
por pedido de tu Dueño a quien le entregaste toda tu vida.

Que puedo decirte para sentir que seguís viva,
tan sólo nombrarte como sublime y verdadera Madre Mía.