Es el amor

Autor: Phil Bosmans

 

En un momento de desaliento, de debilidad, de angustia, es tremendamente importante encontrar a un hombre de corazón, un hombre que comprenda, que no riña, que no clasifique fríamente, sino que te consuele y te alivie.

Todos nosotros somos pobres hombres llenos de debilidad.
No somo seres angélicos con la cabeza y las alas en las nubes, para los cuales no resulta complicado caminar en la cuerda floja de la perfección.

Todos tenemos necesidad de comprensión, de aliento y de perdón. Estos son los dones que debemos ofrecer continuamente en nombre de Jesús de Nazaret. ¿Lo conoces? Muchos lo conocen de nombre. Pocos lo conocen como amigo. El quiere salvar a los hombres del mal. Y el mal mayor consiste en la falta de amor. El que ama a los pobres y a los pecadores; se enfadaba sólo con los ricos y los hipócritas, es decir, aquéllos que se creen perfectos y no tienen necesidad de salvación y de perdón. "El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra", dijo.

Jesús no es como los otros hombres.
Es amor. Para cada hijo pródigo prepara una fiesta y ofrece el paraíso al buen ladrón. Escribe sobre la arena para la mujer adúltera. Recoge tiernamente sobre sus espaldas a la oveja descarriada.

Sólo una vez pidió que aprendiéramos algo de él y fue para decirnos: "aprende de mí que soy manso y humilde de corazón". Quiero a este Jesús más de lo que pueda dar a entender. El vive para mí. ¡Me gustaría tanto que tú aprendieras a conocerlo, no como un amigo pasado y lejano, sino como un amigo que vive junto a ti!