El sendero...

Autor: 

Enviado por: Sergio Irrizary

 

Un día un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura.

 Siendo un animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas. 

Al día siguiente, un perro que pasaba por allí uso ese mismo sendero para atravesar el bosque. 

Después fue el turno de un carnero, líder de un rebaño que, viendo el espacio ya abierto, hizo a sus compañeros seguir por allí.

Mas tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha, a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. 

Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.

Después de tanto uso, el sendero acabo convertido en un amplio camino.
Donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro. 

Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un
poblado y posteriormente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se
quejaban del transito porque el trayecto era el peor posible.

Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía, al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir como ciegos el camino que ya esta abierto, sin preguntarse nunca si aquella es la mayor elección.