El rey astuto

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Se cuenta que un rey llamó a uno de sus cortesanos, le entregó un papel con unos versos y le advirtió:

Recibí hace unos minutos esta poesía y me parece una tontería. Quiero que la lea y me de su opinión.

El cortesano, después de leerla, estuvo de acuerdo con el rey:
-Tiene razón, Majestad, es una tonteria.
-Creo que su autor es el mayor imbécil que he conocido, añadió el rey.
-Es lo más probable, Majestad.
-Pues sepa su señoría que el autor soy yo.
-Le ruego que me lo deje leer de nuevo, dijo el cortesano, lo he hecho muy a la ligera.
-No se preocupe, respondió el monarca. Ha tenido usted la ocaisón de decirle a su rey la verdad y lo ha hecho. ¿Acaso quiere ahora decirme una mentira?
-Perón, Majestad, perdón.
Perdóneme usted a mi por la forma desleal a través de la cual he sabido la verdad. Después de todo, a los gobernantes nos cuesta mucho llegar a la verdad.