El pacto de honor

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En el primer Viernes Santo de la historia
Dios mandó al pueblo que guardaran el cordero
hasta el día 14 del mes de Nisán. 

Les dijo:
Al atardecer lo degollaréis sin romperle ningún hueso.
Tomaréis su sangre y la pasaréis sobre los portales
y los dinteles de las casas.
Eso os servirá de señal.
Es el sacrificio de la Pascua en honor del Señor. 

Fue esa tarde de aquel mes,
lo quisieran los judíos o no,
cuando Jesús fue crucificado sin romperle ningún hueso.
Y manó de su costado toda la sangre
hasta salirle agua. 
Esta sangre cayó sobre ellos
y sobre todos, en señal de rescate. 

Es un pacto que nunca será borrado.
Entre el cielo y la tierra, la cruz de Jesús abraza toda la humanidad. 

Es un PACTO de HONOR