El orgullo es un dios con máscara

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

Libro: Momentos de paz

 

 

El orgullo hace que el hombre se convierta en un dios con minúscula.
Pedro Damasceno decía hace muchos siglos que el “orgullo, a causa de su autosuficiencia, puede hacer equivocarse a todo el mundo, incluido al que lo tiene, en la medida en que no admite que pueda caer en tentaciones...Al no dejar transparentar ninguna falta, el alma nutre esta única pasión”...

Te miro en tu casa tranquilamente sentado y haciendo un rato de relax.
Te imagino lleno de humildad, es decir, abierto a los otros en una actitud de escucharles y de ver lo bueno que hay en cada ser humano. ¡Enhorabuena!

El orgullo no ha hecho presa de tu vida. La autosuficiencia es el vicio más estúpido que puede tentar al hombre.

Un soberbio y orgulloso es, en el fondo, un infantil que ha crecido físicamente pero que su afectividad, su mundo relacional y su alma se mantienen en las esferas y en los peldaños del infantilismo.

Se creen dioses a los que todo el mundo debe rendir pleitesía. No consienten que nadie esté por encima de ellos. Se creen los más valiosos.

Cuando te encuentras con gente de esta calaña, sufres lo indecible porque, en primer lugar, no te dejan hablar y, en segundo lugar, sientes la tentación de dejarlos cuanto antes porque buscan de ti sólo el interés y el que los consideres superiores en todo.

Y ya sabes que de persona a persona no hay diferencia.
Te dejo tranquilo. Piensa en tus faltas para corregirlas. Y si aflora lo más mínimo el orgullo en tu persona, destiérralo como cizaña que impide que seas tú mismo.

¡Vive hoy feliz!