El mundo puede cambiar... 

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Si a veces te sientes desilusionado 
con el mundo y su condición, 
no te des por vencido...
Es mucho el bien que podemos realizar 
en este viejo, pobre y triste mundo nuestro 
si ayudamos a la gente a encontrar alegría, felicidad 
y Salvación en Jesús.
Tú personalmente puedes empezar a cambiar el mundo
sembrando las semillas de la Verdad del amor de Dios, 
una por una, corazón por corazón, día por día,
dondequiera que estés. 
Y Dios hará crecer esas semillas.
Puede que al principio no parezcan más 
que unos brotecitos minúsculos, 
apenas unos insignificantes retoñitos verdes. 
¿Qué es eso en comparación con el bosque que hace falta?
Pues bien, 
es el principio del milagro de una nueva vida...
Entonces, ¿por qué no intentarlo? 
Aunque sólo hayas transformado una vida 
con el poder del amor de Dios, 
habrás transformado parte del mundo.
Con que sólo hayas cambiado tu propia vida,
habrás cambiado todo un universo, 
la esfera en que vives.
Y habrás demostrado 
que hay esperanza de poder cambiarlo todo. 
Si se puede transformar una vida, 
queda demostrado 
que es posible transformar otras vidas, 
y que el mundo se puede cambiar 
empezando por una sola persona,
quizás tú... 

Y quién sabe, a lo mejor vivas 
hasta ver el día en que el mundo esté cambiado, 
y lo haya hecho gracias a ti, 
por haber compartido el amor de Dios con los demás...