El hombre sin cabeza

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En cierta ocasión el gobierno francés le encargó al escultor Augusto Rodin una estatua para la embajada en Italia.

El maestro aceptó el encargo, se dedicó a trabajar, esculpió un hombre sin cabeza y le puso por título "El hombre que anda".

El ministro de Bellas Artes no estuvo conforme con la obra y dijo que esperaba algo alegórico al lugar y a su función.

Señor ministro, dijo Rodin, esté seguro de que un hombre sin cabeza es el símbolo perfecto de la diplomacia y de la política.

Y a pesar de las protestas del ministro, la estatua del gran maestro fue aceptada.

Estatua de un hombre sin cabeza que es también el símbolo de tantos que no reflexionan y actúan sin conciencia.

¿Será esa estatua el símbolo de tu vida? O será otra peor: Una estatua sin cabeza y sin corazón. El símbolo frío de una vida sin reflexión y sin sensibilidad, enfocada sólo en tener más y no en AMAR MAS Y MEJOR.