El espantapájaros

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En mi huerto tengo cuatro hileras de fresas, una verdad que evidentemente ha sido proclamada desde los techos a todos los pajarillos del vecindario. Por eso pasé bastante tiempo construyendo un espantapájaros con palos de escoba, un abrigo viejo, un par de pantalones y un sombrero blanco.

Lo que me esperaba era una sorpresa, porque una mañana, poco tiempo después, un sabio petirrojo se hallaba situado encima del sombrero y parecía estar cantando a voz en cuello: ¡Aquí hay fresas gratis!

Vi dos clases de pajarillos: los sabios y los necios. Los necios se sentaron en los árboles, temerosos del espantapájaros. Los sabios sabían que el espantapájaros era simplemente un aviso disfrazado.

La Biblia nos dice que hay personas sabias y personas necias. Moisés envió a 12 espías a reconocer la tierra prometida, una tierra de frutos y bendiciones fabulosas. Diez de ellos tuvieron temor de los "espantapájaros": los gigantes y las ciudades amuralladas. Dos "pajarillos" sabios, Caleb y Josué, creyeron que Dios les había dado la tierra. No se confundieron. Caleb calmo al pueblo que murmuraba contra Moisés. "Subamos, les dijo, y conquistemos ese país, que somos capaces de mas" (Números 13,30)

Dios bendice ricamente a los que viven por fe y no se detienen ante los espantapájaros de la duda y el temor.