Dinero perdido

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Enviado por: Néstor Rosciano

 

"¿Pero Señor, cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer, o te vimos con sed y te dimos de beber?

Os aseguro que cada vez que hicieron caridad con unos de estos mas pequeños, a mí me lo estaban haciendo"

Palabras de Jesús que nos invitan a dar ayuda a nuestros hermanos más necesitados.

Hace apenas un par de días en un semáforo había una persona mayor solicitando dinero.
 
Ese día debí haber pasado al banco y no lo hice, y por esa razón no andaba mas que con ¢4,725 colones (unos US$13).

Al verlo sentí la extraña necesidad de entregar todo o al menos la mitad a esa persona, pero pensé mil cosas.
 
Desde que ya iba a cambiar el semáforo, que no sabía en qué los gastaría él, incluso que yo los necesitaba más.
 
En fin EXCUSAS y nada más.

Finalmente no le dí el dinero, pensando que sería casi como perderlo y no tenía más.
 
Además no había cajeros automáticos cerca (más excusas).
 
Al día siguiente fui al cajero y cuando iba a guardar el dinero que acababa de sacar, por más que busqué no pude encontrar el otro dinero!!!!
 
¡¡¡¡Lo había perdido en algún lugar!!!!

En ese momento me di cuenta, que Dios me hubiera llamado a su presencia nunca hubiera dado el dinero a esa persona y no hubiera hecho ningún bien...y ahora aquel dinero estaba perdido.

Supe entonces que había perdido ese dinero desde el momento mismo que no se los entregué a la persona que debí haberlo hecho.

Desde entonces, me duele el haber perdido el dinero que pudo haber sido comida para un necesitado y no haberlo dado a tiempo.
 
Y todo por mi egoísmo y falta de fe.

En definitiva el dinero no es lo más importante que podamos dar a los más necesitados, pero ciertamente cada colaboración que damos, es una muestra de nuestro amor a Dios en el prójimo.

Seamos bondadosos de acuerdo a nuestros medios y Dios, que está en lo oculto y ve lo que hacemos, nos dará nuestra recompensa como dice la misma Biblia.

Espero que ninguno de ustedes pierda una oportunidad de ayudar  a Cristo en alguien necesitado como me pasó esta vez.