Dime...
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Dime lo que te hace diferente del que tienes a tu lado...

Dime... si alguna vez te haz dado cuenta de que en ti se encuentran datos y detalles que te diferencian de los demás.

El milagro está en ti...

Tienes dentro la flor fragante que leda aroma al jardín del Padre, en ti se encuentra lo que te hace un ser humano lleno de fresca lozanía, destellos del sol naciente, que cuando sale en toda su fuerza resplandece hasta el atardecer.

Dime... si no te haz dado cuenta de que llevas en ti lo que te hace reverdecer como la verde loma del campo.

Dime... cuando te das la oportunidad de ser tú, sin imitar a nadie, sin querer ser otra persona, solamente tú. Que mostrándote original, puedes seducir al aire regando tu semilla al viento para que crezcas en gracia y bondad.

Dime... reconociendo lo que en ti brilla, ese sol de Justicia que te a dado La CAPACIDAD de tomar tus propias decisiones, para que vivas tus propias consecuencias.

Dime... En qué te detienes al mirar la lejanía de tu pasado, revoleteando en lo que te causó dolor, pena y tristeza, más te olvidas de que el milagro de tu vida se te dá todos los días al ver el rocío mañanero rozando tu alma, respirando nueva misericordia por el regalo que te concedió Aquel que te dió la vida, Dime...

Te regodeas en lamento de no tener aquel detalle prodigioso que te places en mirar en los demás, pero que no te propones cultivar en ti...

En ti que llevas a cuestas el dolor de no aceptar lo que tan generosamente Dios se plació en concederte…

Vida, Vida, Vida, Vida, Vida…

Dime... reconoces el cántico de las acciones de gracias, de los momentos en que se detiene tu reloj para ser agradecido más que quejoso por detalles que la vida te concedió, más tu no lo quisiste... por ser estos tan cotidianos, tan comunes y lo que quieres es sobresalir más que otra cosa... 

 

Dime... Acaricias tu pensamiento dándole alas a tu imaginación, con sorpresas agradables que te remontan a los cielos, llevándote al lugar donde quieres estar, o prefieres ver de lejos lo que te gustaría ser.

Dime... Te das la felicitación por los gratos momentos que pasas contigo mismo, recordándote que tienes los elementos y destrezas para ser tan ganador como aquel que tanto admiras, o te envuelves en desangrar tu alma con la tortura del deseo insano que te lleva al desperdicio, dejándote sin fuerzas, perdiéndote el detalle de reconocer las maravillas de tu Creador.

Dime... te envuelves en la suavidad de tu propio aroma, dejándote pasear por el pensamiento de los que se gratifican contigo, pensando en ti, teniéndote en cuenta aunque sea en la lejanía.

Dime... soplas en las palmas de tus manos el remolino del viento dejándote entrar por las ventanas del corazón de aquel que tu le permites disfrutarte sin imponer tu criterio, sin oponerte al cambio, si no que te deleitas en llevar el mensaje de la paz, llenando con dulzura los rincones del alma... 

 

Dime... Coqueteas con la idea de ser la persona que detiene y paraliza los caminos por donde pasas, cargando lluvia de risas, dejando copos de felicidad y refrigerio del campo.

Dime... Si te haz propuesto ser el papá que todo hijo desea tener, que todo hijo se disfrutaría poseer, que todo hijo se enorgulleciera presentar...

Dime... Eres como la planta medicinal que al acariciar la piel sana la herida y remedia el dolor.

Dime... Te acuerdas de dejar que Dios se gloríe en ti manteniendo su palabra para beneficio del caido, para levantarte como al águila, mirando directamente a las alturas, pero sin perder el contacto con la realidad; y ésta es que aún con lo alto que vuela, el águila nunca olvida de mirar fijamente al sol...

Todo esto es auto estima sana... detalle de Dios a tu personalidad, regalo de la Vida (Jesús) para ser diferente ante los demás, sin olvidar la simpleza de que fue Dios el que te lo regaló...

Dime... ¿cuánto alabas a Dios por haberte creado y dejarte vivir ?

Y aunque la incomprensión me desespere, disimulo la herida a quien me hiere 
y tengo la bondad de sonreír.

Y así, por el amor en que he creído, Sufriendo, -como todos-, he cumplido con el alto heroísmo de vivir.