Del partido de Dios
Autor: José Esteve
Soy de los tuyos, Dios. De tu partido.
Me afiliaron mis padres desde pequeño
y desde entonces, aun sin hacer meritos,
he formado en las filas de tus cuadros,
por tradición y por convencimiento.
Y he pensado que podría complacerte
recibir mi adhesión, en estos tiempos
en los que tu influencia ha decaído.
Tu lo sabes, Señor: no estas de moda.
El paganismo de materia y ciencia,
conquistador del átomo y la luna,
te pretende negar o te margina
porque hay cosas en ti que no comprende;
cuando es precisamente en esas cosas
en las que se trasluce tu infinito.
Hoy no es moderno hablar de ti y seguirte
y lo hacemos en forma vergonzante
para que no nos tilden de atrasados.
Y aunque el triunfo final este seguro
y aunque bien se que en otras ocasiones
has permitido mas, me preocupa;
en nuestra sociedad, la de consumo,
todo sube de precio, menos Tu...
y cada vez se te consume menos.
Poco puedo yo hacer para arreglarlo,
pero quiero que conste mi protesta.
Protesta que, cual cumple a nuestro estilo,
a nadie acusa, solo a ti agradece:
pues no hay mas que una forma de adhesión,
la gratitud, cuando de ti se trata.
Y te agradezco, Dios, que me hayas hecho
nacer en tiempos tan interesantes,
tiempos de encrucijada, tiempos duros,
en los que vida y fe hay que ganárselas.
Te agradezco alimentes con tu gracia
mi pobre voluntad en esta lucha,
en la que para ti no soy un numero
sino a la vez soldado y objetivo.
Te agradezco la vida y cuanto ella
me ha deparado y pueda depararme.
Te lo agradezco todo. Y ante todo
el hecho primordial de tu existencia.
Creo en ti sin dudar. Tanto que afirmo
que todo el que te niega se calumnia:
Que miserable cosa fuera el hombre
si el hombre fuera lo mayor que existe
A tus ordenes quedo. Y aunque a veces
no las cumpla, por miedo o por pereza,
espero me permitas algún dia
te vaya a saludar personalmente.