Cuando el trigo está en sazón hay que recogerlo

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

Libro: Momentos de paz

 

 

“El día afortunado es como un día de cosecha; en cuanto el trigo está en sazón, hay que apresurarse a recogerlo” (Goethe).


¿Qué te ocurriría si te cansaras de ser bueno? No seas de aquellos de quienes se dice: Mira, porque tiene pasta y riqueza ha dejado de ser bueno.
¡Vaya torpeza!- me dirás en tu interior.
Cuando sientas que el confort se adueña de ti y que vas lentamente dejando de ser afortunado en tu riqueza de valores interiores, pon una alarma en tu conciencia. Te vas deslizando por caminos peligrosos.

Mira tu hogar, tu vida entera como un océano para que tus buena sobras, el ejercicio de tu bondad nunca decaiga.
Enciende en tu vida hoy la lámpara de la fe y, desde ella, date cuenta de que todo cuanto haces en la oscuridad deviene pesimismo estéril.

Cuando notes a tu derredor que hay personas que se descuidan en la cualidad de ser buenos, enciende tu ánimo, dale rienda suelta a tu impulso vital para sembrar en los otros la exigencia y las nobles aspiraciones.
El otro día me contaba una joven trabajadora: he dejado de estar con alguna gente porque lo veían todo y lo enjuiciaban mal.

El cansancio de tantos exige un mayor esfuerzo por su parte. Es el tiempo adecuado y propicio para hacer el bien, el apostolado, el ejercicio sin desmayo y con ilusionada esperanza.

Pasarán los años. Y al final te preguntarás: ¿dónde estás, corazón mío¿ Estoy en tu pecho dando amor y vida a todos.

¡Vive hoy feliz!