Cristiano alegre

Autor: Madre Teresa de Calcuta

 

"Hagan propia la alegría de amar a Jesús en la intimidad de su corazón y en cada persona, y compartan esta alegría con todos aquellos que se crucen en su camino."
 
"He descubierto la raíz de toda alegría: la oración".
           
"La alegría es para nosotros una necesidad y una fuerza, también desde un punto de vista físico.  Una persona que tenga un espíritu alegre se cansa menos y está siempre dispuesto a seguir haciendo el bien".
 
"Una persona llena de alegría predica sin predicar.  Una persona alegre resplandece como rayo del amor de Dios, es esperanza de felicidad eterna, es llama ardiente de amor".
"Jesús tomará posesión de nuestra alma sólo si ella se abandona a El con alegría".
 
"Un cristiano alegre es testigo del amor de Dios".
 
 "Puede ocurrir que no seamos capaces de dar mucho, sin embargo, podemos regalar siempre la alegría que brota de un corazón que vive una relación de amor con Dios".
"La alegría es oración, la alegría es fuerza, la alegría es amor, una red de amor con la que podemos capturar almas".
"La alegría despierta alegría".
 
"Una vez en Londres me topé con un  hombre todo encogido; parecía abandonado.  Me pidió que me inclinara.  Obedecí y tomé sus manos entre las mías.  Como mis manos están siempre calientes, él levantó su mirada y dijo: ¡"Oh, después de tanto tiempo, siento el calor de una mano humana!  ¡Después de tanto tiempo!"  Sus ojos brillaron. Aquel calor de una mano humana trajo una gran alegría en su vida.  ¡Ustedes deben tener este tipo de experiencia!"
 
"El regocijo y la alegría eran la fuerza de la Virgen.  Esto la convirtió en la esclava voluntaria del Hijo de Dios, ya que 'partió apresuradamente'.  Sólo la alegría pudo haberle dado fuerza para iniciar ese viaje a través de los cerros de Judá, para servir a su prima Isabel".
 
"Que nada triste penetre en vuestros corazones, y mucho menos que os haga olvidar la alegría de Cristo resucitado".
 
"Nuestra vida, para que sea rica en frutos, debe llenarse de Cristo; para poder comunicar la paz, la alegría y el amor, debe tenerlos dentro de sí, porque nadie da lo que no tiene".
 
"¿Dónde recibimos el don de la alegría de amar?
En la Eucaristía".