Crédito

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Una vez una anciana madre llegó a un almacén de comestible a pedir al dueño del negocio que le diera crédito por algunas comidas y que luego se lo pagaría y este se burló de ellas y le negó el crédito.

Ella le suplicó y le comentó que era viuda, y que aún tenía hijos enfermos a quien alimentar, sin embargo el almacenero fue duro y nada le dio.

Entonces ella comenzó a sollozar de pena, pero de pronto apareció un buen hombre y le pregunto que le sucedía y ella se lo contó.

El buen hombre se compadeció y le llamo la atención al dueño del negoció, y se ofreció para ser aval de la ancianita.

El dueño de la tienda en forma irónica le dijo a la mujer, "escribe lo que necesitas en un papel y ponlo en un lado de la balanza, y lo que pese te lo regalaré", pensando tan solo en los gramos de la hoja.

La mujer pidió un lápiz y escribió unas cuantas palabras y luego puso en una de las balanzas el papel bien doblado y esta prontamente se fue abajo.

Entonces el almacenero comenzó a colocar alimentos en la otra para contrapesar y estaba muy sorprendido porque esta no se nivelaba, la examino por todas partes y no encontró nada anormal, y seguía poniendo cosas encima y estaba furioso, por no comprender que pasaba.

Entonces con rabia tomo el papel, lo abrió y leyó la siguiente leyenda.

"Señor tu sabes lo que necesito"

"Te ama, tu hija"


MORALEJA

“EL PESO DE LA ORACIÓN NO TIENE LIMITE”