Comunión

Autor: Mgr. Leonidas Proaño

 

 

Mantener siempre atentos los oídos
al grito de dolor de los demás
y escuchar su llamada de socorro,
es Solidaridad.

Mantener la mirada siempre alerta
y los ojos tendidos sobre el mar
en busca de algún náufrago en peligro,
es Solidaridad.

Sentir como algo propio el sufrimiento
del hermano de aquí y del de allá
hacer propia la angustia de los pobres,
es Solidaridad.

Llegar a ser la voz de los humildes,
descubrir la injusticia y la maldad,
denunciar al injusto y al malvado,
es Solidaridad.

Dejarse transportar por un mensaje
cargado de esperanza, amor y paz,
hasta apretar la mano del hermano,
es Solidaridad.

Convertirse uno mismo en mensajero
del abrazo sincero y fraternal
que unos pueblos envían a otros pueblos,
es Solidaridad.

Compartir los peligros en la lucha
por vivir en justicia y libertad
arriesgando en amor hasta la vida,
es Solidaridad.

Entregar por amor hasta la vida
es la prueba mayor de la amistad,
es vivir y morir con Jesucristo,
es Solidaridad.