Bienaventuranzas del misionero
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Bienaventurado el MISIONERO que vive enamorado de Cristo, que se f�a de El como de lo m�s necesario y absoluto, porque no quedar� desilusionado.
Bienaventurado el MISIONERO que mantiene su ideal y su ilusi�n por el Reino y no pierde el tiempo en cosas accidentales, porque Dios acompa�a a los que siguen su ritmo.
Bienaventurado el MISIONERO que no tiene nada, y lo que es y posee lo gasta en servicio de sus hermanos, porque Cristo ser� toda su riqueza.
Bienaventurado el MISIONERO que se sabe necesario donde la Iglesia lo reclame, pero que en ning�n lado se siente indispensable, porque experimentar� el gozo del deber cumplido.
Bienaventurado el MISIONERO que sabe poner su o�do en el coraz�n de Dios para escuchar sus deseos, porque el Esp�ritu lo ayudar� a discernir los acontecimientos.
Bienaventurado el MISIONERO que no se enorgullece de sus �xitos y reconoce que el Esp�ritu hace todo en todos, porque se ver� libre de ataduras.
Bienaventurado el MISIONERO que siempre tiene un tiempo para contemplar a Dios, a los hombres y al mundo, porque habr� entendido el valor de ser hijo, hermano y se�or.