Aprende a Perdonar

Autor: Miguel Angel Cornejo

 

El camino para aprender a amar es “Perdonando”, 
quien desea crecer en el amor lo logra amando en el perdón.

Perdonar es el camino de la liberación, el que auténticamente se libera es quien perdona, echando fuera de su alma al rencor y la venganza que solamente lo envilece y lo consume.

Perdonar a pesar de tener razón y mil justificaciones para no hacerlo, se atreve a pronunciar en el interior del corazón “Perdón”.

Perdonar cuando te han ofendido y humillado es cuando se manifiesta la grandeza del corazón del ser humano.

Solamente el que ama auténticamente puede decir “te perdono y lo olvido”.

Perdonar es cuando a pesar de sentirse ofendido te atreves a dar una sonrisa de amor.

Deja hoy tus rencores, tu venganza que anhela ver al que te ha ofendido de rodillas pidiendo clemencia, deja hoy ese fuego que enciende tu cólera y abraza tu ser de rabia y de rencor, cuando ha sido pisoteado tu orgullo y has sido lastimado en lo más profundo, cuando deseas con todas tus fuerzas ver fulminado al que te ha ofendido

Te pregunto, hoy serás capaz de perdonar a ese amigo tuyo que te traicionó, aquella ofensa de alguien que creías no te podía fallar y hoy le puedes demostrar que lo amas, serás capaz hoy de llenar tu alforja de olvido, y salir al encuentro con lo único que le puedes ofrecer, tu perdón y continuar tu camino de paz al encuentro de DIOS.

Hoy libérate y camina como un niño extraviado a los brazos de una madre llena de amor, como el ciego al encuentro de la luz.

Hoy perdona y olvida, eleva tu alma a las estrellas y encuentra la paz.

DIOS sé que tu grandeza y tu más sublime expresión de amor es perdonar, dame la sabiduría, la comprensión y la fuerza para convertirme en amor, y sin dar espacio ni tregua al odio, entregar la vida por los que amo.

Hoy perdonaré para siempre y arrojaré de mi alma todos aquellos rencores que me envilecen y me atan al pasado, hoy estoy dispuesto a olvidar, hoy me demostraré a mí mismo mi capacidad de amar.

Señor, tu lo sabes mejor que nadie, conoces el corazón del hombre y sabes que hoy deseo amar como nunca imaginé, Señor... gracias, hoy al fin he perdonado por amor.