Ángel del faro

Autor: Ricardo Fuksman

 

 

Ahora que eres guardián del faro, escucha la metáfora del faro:
El faro está afianzado en la roca, no importa dónde se lo construya. A veces
el faro es reconstruido en otras zonas mientras cambian el clima y las condiciones, el mismo faro, el mismo guardián del faro, siempre afianzados en la roca.

El faro está ahí para hacer una cosa: hacer brillar la luz.

El propósito de la luz a menudo es cambiado.

A veces es un aviso, a veces está allí para atraer la atención y a veces está ahí para guiar. Cualquiera sea el propósito, siempre está anclado en la roca. Tú sabes algo que los otros no saben. 

Sabes dónde están las rocas, dónde está el problema, y estás allí para guiar 
a los otros respecto de estas cosas.

¡Cuando la luz es capaz de ayudar a conducir a los barcos a salvo a la bahía, en el faro se regocijan !

Cuando esto sucede, sin embargo, el guardián del faro no se va al barco y hace una fiesta con el capitán. En vez de eso, el guardián se regocija silenciosamente y continúa haciendo brillar la luz.

Los capitanes que llegan al puerto a salvo gracias a la luz del faro nunca
conocen al guardián del faro.

¡El guardián del faro no publica una declaración para decirles a otros que salvó un barco! Se queda en silencio y continúa, generalmente a solas, enclavado en la roca.