Al que da buen fruto, lo poda (Juan 15, 2.)

Autor:

Enviado por: Ricardo Esteban Canevari

 

Al ver tanta hambre, un campesino fue a verlo a Dios y le dijo:
Tu eres Dios y creaste el mundo, pero no eres agricultor no conoces el ABC de la agricultura.

Humildemente Dios le contestó
¿ Cuál es tu consejo?

Dame un año y deja que las cosas se hagan a mi manera,
Estoy seguro que la pobreza no existirá mas.

Dios. aceptó y le concedió al campesino ese año.

Naturalmente el granjero pidió lo mejor. Ni tormentas  ni ventarrones, ni peligros para el grano. El trigo crecí a altísimo, cuando quería sol, había sol.

cuando quería lluvia , había tanta como hiciera falta. Ese año todo fue perfecto, el trigo crecía tan alto , que el campesino fue a ver a Dios y le dijo:
"Mirá Señor este año, tendremos tanto grano que si la gente no trabajara por mucho tiempo, aún así la comida será suficiente."

Pero  cuando recogió la cosecha... los granos estaba n vacíos.
Sorprendido preguntó a Dios:
¿Señor, Que pasó?
Dios respondió:
Como no hubo desafío , no hubo conflicto ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Un poco de lucha es imprescindible, las tormentas, los truenos y los relámpago son necesarios , pues sacuden el alma del trigo.

Así sucede también con los hombres, las podas sacuden el alma haciéndolos crecer con más prudencia, energía y sabiduría. Los problemas son la forma que tiene la vida de permitirnos aprender lo que necesitamos saber para ir hacia donde debemos llegar.

Hay quienes espera n el viento en sus espaldas para avanzar,
Sin embargo...
"Son los vientos en contra los que permiten volar"