Al Dios desconocido

Autor: Federico Nietzsche

 

 

Una vez más, anclado en el presente 
Y lanzando mis miradas al futuro, 
Vuelvo, en soledad, a elevar mis manos 
Hacia Ti, a quien me acojo, 
A quien solemnemente he dedicado 
Altares en el corazón, en lo más hondo 
De él, para que en todo tiempo 
Tu voz vuelva a llamarme.

Sobre ellos arde, 
Profundamente inscrita, esta palabra 
AL DIOS DESCONOCIDO.

Soy tuyo, aunque el mal, hasta este momento 
Haya venido atenazando mi espíritu; 
Soy tuyo... y los lazos percibo 
Que en lucha tiran de mí hacia arriba, 
Y, aunque quisiera huir, 
Me fuerzan a servirte.

¡Quiero conocerte, desconocido! 
Que tocas en lo profundo de mi alma, 
Que cual tormenta recorres mi vida. 
Inconcebible, Tu afín a mí; 
Quiero conocerte y... 
Siempre servirte.