Una mula que se arrodilló

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Un descreído pide a san Antonio de Padua que le probara con un milagro que Jesús sí está en la Santa Hostia. El hombre aquel dejó a su mula tres días sin comer, y luego, cuando la trajo a la puerta del templo, le presentó un bulto de pasto fresco, y al otro lado a san Antonio con una Santa Hostia. La mula dejó el pasto y se fue ante la Santa Hostia, y se arrodilló.