Motivos de alegría para todo cristiano

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- Si Dios ha pensado en mi desde el principio, hasta el punto de no tener a menos el hacerse igual a mí, es que debo convencerme más de que algo importante soy a los ojos de Dios, a pesar de mi insignificancia ante los hombres. Y esto no puede menos de ser un motivo de alegría
- El cristiano convencido tiene que saber que no se siente solo: en su caminar por la vida tropieza con muchos rostros familiares y muchos corazones abiertos, aparte de los hostiles e indiferentes. Esta protección, sabe que no le faltará ante los problemas de la vida. Esta presencia da fuerza y energía en todo momento. Es motivo de alegría.
- El cristiano sabe que el caminar de la vida, por tenebroso que se presente, vislumbrará tarde o temprano la luz del final de este túnel, porque sabe a dónde va y por dónde camina, y por eso se siente libre. Y el libre no tiene miedo de sentirse perdido: Vive confiado de sentirse bien orientado. Y este es otro motivo de alegría
- El cristiano sabe que en los acontecimientos de su vida no hay absurdos ni vacíos. Todo está cargado de sentido y de misterio, y sabe que a través de ellos hay Alguien que trasmite un mensaje. A veces indescifrable de momento. Y siempre consciente de que el mensaje no es de un necio o malvado, o de la fatalidad. Y esto da paz y alegría
-A pesar de sus limitaciones e insatisfacciones el cristiano tiene que saber que ya se encuentra "salvado". Y que sus insatisfacciones y limitaciones manifiestan una buena dirección hacia la meta soñada, hacia la salvación plena y definitiva. Y según va avanzando va creciendo el gozo y la esperanza. Esta esperanza le capacita para superar la angustia de la temporalidad. La meta definitiva no es la vejez y la muerte, es la vida y la resurrección.
-El cristiano alegre sabe compartir las penas y los gozos de los demás y que incluso en ese compartir el dolor, ya hay gozo y satisfacción
La alegría cristiana no es cuestión temperamental, o receta psicológica, o terapia vitalista o recurso social, " es paz de Dios que sobrepasa todo juicio y puede guardar el corazón", es fruto del Espíritu