Los genios no preguntan

Autor:

 

 

Un jovenzuelo, aspirante a músico, pidió en cierta ocasión a Mozart que le dijera cómo había de componer una sinfonía. 
–– “Eres muy joven –le contestó Mozart–, ¿por qué no comienzas con baladas?”. 
–– “Tú compusiste sinfonías a la edad de diez años” –le contestó el joven.
–– “Sí –contestó Mozart–, pero yo no pregunté cómo se hacía”.