Dádsela a los pobres
Autor:
En una ocasión algunos tigres se habían dado un gran banquete. De pronto apareció Mamá Tigresa con
un nuevo postre: una enorme tarta.
¡Ay mamá! No puedo más. Y la pequeña tigresa añadió: “Mamá, no podría comer ni un solo bocado”.
El Padre Tigre pidió bicarbonato para poder hacer la digestión; y los demás no podían ni ver la
tarta en la mesa.
Entonces, dijo la Abuela Tigresa: ¡“Dádsela a los tigres pobres”!