y Dios, ¿Dónde está?
Autor: Padre Guillermo Ortiz SJ.
Sobre las vallas que cercan el lugar, una cruz de madera preside la dolorosa memoria de la noche trágica, junto a las fotos y los recuerdos de las víctimas de 'República Cromañon'. Imágenes de Jesús, la Virgen María y los santos, velas encendidas, remeras, zapatillas, todo lo que nombra a los que ya no están, carteles y pancartas.
Unidos por la desgracia, con los brazos entrelazados la muchedumbre de familiares marchó dolorida, herida, con lágrimas, impotencia, bronca. Reclaman justicia. Es una muchedumbre huérfana... La vida es frágil...
¿Quién es el responsable de la muerte de tantos?
Somos muchos en la ciudad, muchos. Cuando no nos hacemos cargo del hermano en lo que personalmente nos toca a cada uno, poquito o mucho, entonces salta por algún lado la injusticia irreparable, la tragedia. Todos somos responsables en algún grado. Somos responsables de la injusticia en la medida en que no nos hacemos cargo del hermano. Muchos pagaron aquí a muy alto precio, con la misma vida, este pecado de no hacernos cargo del hermano en la medida que a cada uno nos toca. Hay otros intereses. y Dios ¿dónde está? Dios, como Padre de todos, llora también a sus hijos muertos, y vuelve a preguntar como al principio, cuando Caín quiere ocultar la sangre de Abel: ' ¿Dónde está tu hermano?'. y buscando al hermano herido, Dios entrega a su propio Hijo. Y el Hijo herido nos pide con su sangre: 'Ámense entre ustedes'. La tragedia es tan grande, que excede la responsabilidad de los pocos o muchos que la justicia señala, condena o absuelve. Dios quiere gobernar y hacer el bien sembrando su ley de amor en los corazones. Volverá a suceder si cada uno en su medida no nos hacemos cargo del que está a nuestro lado, hoy mismo.
Fuente: Reflexiones 21, Misión Jesuita Multimedia - Compañía de Jesús - Argentina