Una pascua eterna, una Pascua de hoy

Autor:  Mons. Angelelli, Homilía de Abril de 1975

 

 

Les anunciamos la pascua de siempre: la definitivamente realizada en Cristo, pero también la pascua aún no acabada en nosotros. La pascua propuesta a nosotros, hombres de hoy, con el mismo contenido de aquel viernes santo y de aquél primer domingo de resurrección. La anunciamos con el lenguaje que hoy entendemos y para la realidad concreta que vivimos. La pascua del Señor no es un simple recuerdo. Ella es el don hecho por nuestro Padre del cielo, en Jesucristo y por él, para que nosotros los hombres la acojamos como salvación y como liberación; para que la convirtamos en tarea de la vida personal y comunitaria. Es una pascua anunciada para nosotros, riojanos y argentinos; para nuestra realidad dolorosa, pero cargada de esperanza. No es una ilusión ni una manera piadosa de evadirnos de la situación que nos toca vivir. Podemos caer en/ la tentación de creer que todo sigue igual, que no hay nada que hacer, que es imposible cambiar la situación... Porque sigue derramándose sangre de hermanos en nuestra tierra, con una cuota muy alta de sufrimientos para muchos padres, esposos, hijos, niños, jóvenes, novios, familias enteras... para nuestro pueblo argentino. Nos preguntamos: ¿por qué tanto sufrimiento y tanta sangre derramada? ¿Qué sentido tiene la vida para nosotros, los argentinos? ¿Existen acaso intereses tan poderosos que siguen cobrando vidas, la mayor parte de ellas jóvenes? ¿Qué nos está pasando? La muerte de Cristo en la cruz y su pascua ¿tienen algo que decirle a nuestra situación? ¿Qué debemos hacer para encontrar caminos nuevos, "que nos ayuden a andar confraternizados, como pueblo creativo, alegre, laborioso y constructivo? 


Fuente: Reflexiones 21, Misión Jesuita Multimedia - Compañía de Jesús - Argentina