El golpea nuestra puerta

Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.

 

 

La geografía le ha servido siempre a los profetas y al mismo Dios para hablar de la vida y del corazón humano. En estos días de semana santa la geografía es una ciudad amurallada, la ciudad santa de Jerusalén albergando primero a un preso religioso que los religiosos quieren a toda costa convertir en un preso político y después expulsando fuera de sus muros a un reo de muerte; a un condenado al cadalso de la cruz, alguien que debe ser eliminado. El preso es Jesús y Jesús resulta condenado y expulsado, sentenciado a morir fuera de los muros como un criminal o un delincuente. ¿Qué pasa si en ves de la cuidad amurallada, se trata de nuestro corazón donde el señor quiere tener su templo, pero sin privamos del juicio de aceptarlo o rechazarlo? ¿Qué pasarla dentro de los muros de : nuestra propia familia o de nuestra ciudad si dejáramos a Dios ser el centro, el rey, el Señor Dios a quien servimos y nos ofrendamos agradecidos?. ¿Qué pasarla si no excluyéramos a Dios de nuestras vida como un molesto que nos arruina la vida con sus mandamientos y normas? Por eso encontramos razón para echarlo de la vida. ..¿Qué pasaría incluso si aceptáramos ser con él aún reos de muerte, en honor a la verdad ya la verdadera vida? Aquella Jerusalén que mató a los profetas queda aún hoy muy lejana en el espacio y también en el tiempo. Pero la tierra del corazón nos late muy adentro y alli quisiera hoy entrar Jesús y golpea la puerta. "Estoy a la puerta y llamo, si abres, cenaremos juntos”


Fuente: Reflexiones 21, Misión Jesuita Multimedia - Compañía de Jesús - Argentina