¿Un Dios arrepentido?

Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.

 

 

¿Cómo lo imaginás?
¿Cómo crees que es Dios?
Dios es todopoderoso, decimos y creemos. Pero si Dios es todopoderoso, también podría ser agrandado y vanidoso por su poder, como algunos que por algo lindo que tienen se vuelven vanidosos, caprichosos, o se agrandan tanto que no se rebajan a tratar con los demás. Dios tendría razones para ser vanidoso o caprichoso, ¿no te parece? ¿Cómo sería el trato con Dios si el se agrandara?
Si lo pensamos bien pareciera que mucho de la creación a Dios le ha salido al revés, porque el hombre, por ejemplo, no siempre es un hijo fiel, y muchas veces va por el mundo como un huérfano, destruyendo las cosas, maltratando a los demás y dañándose a sí mismo. En muchos casos Dios no puede estar orgulloso y agrandado, pero sin embargo no se arrepiente de lo que ha hecho. Muchas veces en la historia se arrepintió de sus enojos, pero no se arrepiente de habernos creado para ser sus hijos, y regalarnos de su amistad. Y como un padre que carga con muchos hijos, y cuida a sus hijos enfermos, así Dios es comprensivo, y no tiene vergüenza de nosotros, sus hijos, y es todopoderoso pero es paciente, humilde y comprensivo, porque nos ama con un amor tan grande que vive por nosotros y para nosotros.
La prueba de esto es que el Hijo de Dios se hizo uno más de los nuestros y comparte con nosotros la carne, la sangre, los huesos y Dios no lo abandonó, y no se arrepiente de haberlo puesto entre nosotros.