Solidaridad
Autor: Gonzalo Gallo González
En el Ecuador se recuerda con cariño y gratitud a Monseñor Leonidas Proaño, un obispo que vivió con los pobres y para los pobres. Así veía él la solidaridad.
Mantener siempre atentos los oídos al grito de los demás y atender su llamada de socorro, es solidaridad.
Sentir como algo propio el sufrimiento del hermano de aquí y de allá, y hacer propia la angustia de los pobres, es solidaridad.
Llegar a ser la voz de los humildes, descubrir la injusticia y la maldad, denunciar al injusto y al malvado, es solidaridad.
Dejarse transportar por un mensaje cargado de esperanza, amor y paz, hasta apretar la mano del hermano, es solidaridad.
Convertirse uno mismo en mensajero del abrazo sincero y fraternal que unos pueblos envían a otros pueblos, es solidaridad.
Compartir los peligros en la lucha por vivir en justicia y libertad, arriesgando en amor hasta la vida, es solidaridad.
Entregar por amor hasta la vida es la prueba mayor de la amistad; es vivir y morir con Jesucristo, eso es solidaridad.