Las viejas crónicas de la Orden del Carmen

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Las viejas crónicas de la
Orden del Carmen, cuentan una 
historia sencilla y 
emocionante a la vez..

"Erase un Hermano lego,
que se llamaba Joaquín;
rudo y tosco como un roble 
de las montañas de Castilla,
pero cándido y bueno como
un trozo de pan.. 

No tenia letras, ni su 
cabeza estaba ya en 
condiciones de aprenderlas, 
por lo que el Superior
le encomendó guardar una punta
de ganado que poseía 
el Monasterio.. 

Los demás Hermanos le 
miraban con compasión,
pero Fr. Joaquín estaba
muy a gusto con el oficio,
porque el campo le hablaba
de Dios en el único lenguaje
que el entendía..

Con esto dicho se esta
que Fr Joaquín era un lego 
muy piadoso y bueno..

Hasta se llego a susurrar
por el Monasterio que Fr Joaquín 
veía a la Virgen en
el campo y que Esta
le cuidaba el ganado
mientras el rezaba,
porque en sus muchos años
de pastor nunca había
extraviado una res, ni el 
lobo voraz en los crudos días 
de invierno, había hecho 
presa en ninguna de ellas..

La historia no dice si
estas visiones tuvieron lugar
o no, pero afirma que efectivamente
Fr Joaquín era muy devoto
de la Virgen y que todos los días 
le rezaba su rosario,
mientras conducía su hato
al aprisco acogedor..

Esto era para el una 
obligación sagrada, 
y nada ni nadie podía
estorbar su cumplimiento..

Cierto día, se le olvido el 
rosario en el Monasterio.
Como rezar ahora su devoción
favorita? El candoroso 
Hermano tuvo una idea original;
a la vera de una ciénaga
donde abrevaba el ganado,
crecía un juncal; arranco
de un tiron unos juncos 
verdes y con ellos fue 
atando unas pedrezuelas 
de diez en diez que separo
con un palito atravesado,
y así improviso un
rosario con el que pudo
cumplir con su devoción.. 

La Virgen se lo premio.
Porque, cuenta la leyenda 
que al ir a cerrar su 
rebaño, en el aprisco
colgó este original rosario
de la rama de un próximo
enebro por si le
necesitaba al día 
siguiente..

Y cuando con la luz del día 
se acerco al enebro
para descolgar su rosario, 
hallo colgada en el una 
girnalda de rosas blancas,
separadas de diez en
diez, por una rosa 
encarnada. Era el rosario 
de Fr Joaquín..

La noticia se corrió por
el Monasterio y se quiso 
perpetuar este regalo
de la Virgen a su
fiel devoto convirtiendo 
las rosas en cuentas 
de rosario..

Esta historia, con sabor de
leyenda medieval,
es la que ha dado 
origen al rosario de pétalos 
de rosa de olor permanente,
hecho con las rosas
mas fragantes de Castilla
y por procedimientos 
que se han venido
transmitiendo en la Orden
de generación en generación..

Fragantes rosas de Castilla,
que el azul intenso de su cielo 
cobra y el clima duro
de su suelo fija como
ninguna otra religión
del mundo..

Que ahora se
tornan en oración viva,
a la mas perfumada 
de las rosas, la Rosa Mística,
la gloriosa Virgen Maria..