Respetar y amar

Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD

Sitio del Padre

 

 

  Un hombre tenía muchos deseos de hacer felices a los demás. Le pidió a Dios que le diera algo de su Poder. Dios le dio poder, y el hombre empezó a cambiar la vida de los demás. Pero ni el hombre ni los demás encontraron la felicidad.

Entonces le pidió a Dios que le diera algo de su amor. Dios le dio amor, y el hombre empezó a querer a los demás, y a respetarlos como eran. Y el hombre y los demás descubrieron la felicidad.


Segundo Galilea


Respetar y amar a los otros, aunque ellos no lo hagan. Esta parecía ser la máxima de Martin L. King. Por eso pudo decir: “Pueden hacer lo que quieran…meternos en las cárdeles…lanzar bombas contra nuestras casas. Amenazar a nuestros hijos y, por difícil que sea, les amaremos también”.

Martin L. King, porque amaba a la raza humana de cualquier clase y color, soñaba con un mundo donde fuese posible el amor que él tenía. Un mundo donde reinase la fraternidad, donde cada persona respetase el valor y dignidad del otro, donde a base de fe se pudieran transformar los límites de la desesperación. Aquel día será un día glorioso, “los luceros del alba cantarán unidos y los hijos de Dios exultarán de alegría”.

King no dejó dinero, ni comodidades, ni lujos de vida, pero fue un heraldo de paz, de justicia, de amor. Trató siempre de amar a alguien de servirlo como el sabía. Su vida y su lucha no fueron inútiles, ya que se emplearon en querer a los demás “ y en respetarlos como ellos eran”.

“En esto hemos conocido lo que es el Amor: en que El dio su vida por nosotros (1 Jn.3.16).