Lógica cristiana

Autor: Padre Justo López Melús

 

 

Panteleimón, «el muy compasivo», era un monje oriental un poco corto de luces, pero con un corazón de oro. Un día se encontró con un pobre hombre, perseguido por la justicia, y se lo trajo al monasterio para protegerlo.
El abad se enfadó:
— Has puesto en peligro a los hermanos. ¡Un poco de lógica, un poco de sentido común, hermano!
— Nunca he deseado ser lógico ni tener sentido común. ¿Para qué sirve la lógica si se opone al amor?».
El abad insistió:
— Has faltado a la prudencia. Has puesto en peligro la seguridad del monasterio.
El hermano insistía a su vez:
— Padre, no hace más que repetir la palabra prudencia. Además, nosotros nos unimos al monasterio por amor, no por razones de seguridad. Padre, usted nos predica sobre el amor, y cuando yo pongo en práctica lo que usted predica, se enfada. Usted me pide lógica. Yo también le pido lógica entre lo que hace y lo que predica.