Afinados y desafinados

Autor: Padre Justo López Melús

 

 

Dos amigos caminaban por una ciudad moderna. Calle comercial, tiendas, bancos, Uno era alemán, ciudadano del asfalto y del marco. El otro era hindú, estaba de visita. De repente el hindú se para y le dice al alemán: «Escucha, está cantando un pájaro». «No digas tonterías —contesta el alemán—. Aquí no hay pájaros. No te pares, vamos adelante. Si quieres oír pájaros vete al bosque. Aquí no tienen nada que hacer los pájaros».

Un rato después el hindú deja caer una moneda sobre el pavimento. El alemán se detiene y dice: «Algo se ha caído». Y ve la moneda en el suelo. El hindú sonríe: «Tus oídos están afinados al dinero y eso es lo único que oyen. Pero están desafinados ante los sonidos de la naturaleza, para los colores del día y la belleza de la creación. Tienes buen oído, pero estás desafinado. El pájaro sí que había cantado».