Paradoja del esfuerzo y la gracia

Autor: Padre Justo López Melús

 

 

Dentro de la poesía religiosa que escribió Antonio Machado, destacan estos versos: «Yo amo a Jesús que nos dijo: Cielo y tierra pasarán. Cuando cielo y tierra pasen mi Palabra quedará. ¿Cuál fue, Jesús, tu Palabra? ¿Amor, perdón, caridad? Todas tus palabras fueron una Palabra: Velen». Gran virtud cristiana: ¡Vigilen! Tener los ojos abiertos, estar despiertos para recibir el momento de gracia, la venida del Señor.

Ya decía un maestro a sus discípulos: «Por mucho que te esfuerces, no lograrás cambiar tu vida por tus propias fuerzas, como no puedes hacer salir el sol». Discípulo: «Entonces, ¿para qué me haces practicar tanta penitencia, tantos esfuerzos?». Maestro: «Para que estés despierto cuando salga el sol». Es la eterna paradoja del esfuerzo y la gracia. Dios lleva la iniciativa, pero es imprescindible nuestra colaboración.