Confesión frecuente

Autor: Padre Justo López Melús

 

 

Hubo tiempos en que los cristianos solían confesarse con frecuencia, pero recibían la Comunión muy de tarde en tarde. Ahora ocurre lo contrario, se comulga con frecuencia y se retrasa mucho la confesión. Incluso almas piadosas se muestran alérgicas a la confesión frecuente y de mera devoción. «No vale la pena —piensan—, mañana caeré en lo mismo... Estoy cansado de confesar siempre las mismas faltas».

Un amo y un criado pernoctaban en un albergue. Al día siguiente el amo le pidió al criado las botas de montar. «¿Por qué no las limpiaste?». «Pensé que no valía la pena, a los pocos kilómetros volverán a estar llenas de polvo». Estaban para emprender el viaje, cuando el sanchopancesco escudero le dijo: «¡Pero no podemos marcharnos sin desayunar!». Y el amo le contestó: «Creo que no servirá de nada, a los pocos kilómetros tendrás hambre otra vez».