El viaje a Tierra Santa

Autor:  Padre Justo López Melús

 


Visitar Tierra Santa es una gracia del Señor. El viaje a Tierra Santa suele llamarse el quinto Evangelio, pues ayuda a entender mejor los otros cuatro. Pero puede haber ocasiones en las que renunciar a este viaje sea preferible y más meritorio. Así fue con un monje, cuyo sueño era visitar el sepulcro del Señor. Fue recogiendo limosnas y, cuando ya tenía treinta libras, obtuvo permiso de su abad y partió.

Apenas había salido del monasterio, se encontró con un pobre que le preguntó:
— ¿A dónde vas, padre mío?
— Voy al Santo Sepulcro, a Jerusalén. Daré tres vueltas alrededor del Santo Sepulcro y me postraré allí a hacer oración.
— ¿Cuánto dinero tienes para eso?
— Treinta libras.
— Dámelas a mí. Tengo mujer y niños que tienen hambre. Dámelas, da tres vueltas alrededor de mí y póstrate ante mí.
El monje le entregó el dinero, dio tres vueltas a su alrededor, se postró ante él y volvió feliz al monasterio.


















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