Lo apretaba entre sus brazos

Autor:  Padre Justo López Melús

 


En la inundación del cámping de Biescas (1996) hubo un hecho consolador en medio de la terrible tragedia. Los equipos de salvamento descubrieron el cuerpo de una mujer. Estaba muerta boca abajo y parecía que apretaba algo entre sus brazos. Cuando dieron la vuelta al cuerpo, la vida floreció milagrosamente: el bebé que apretaba, de apenas dos meses, estaba vivo. Tenía los ojos cerrados y escupía barro por su boquita.

Su madre no quería soltarlo. Aunque su corazón había dejado de latir, sus brazos seguían firmes en la protección de su hijito. Y lo había conseguido.
Con lágrimas en los ojos, los hombres cumplían su misión, separando la naturaleza muerta de la incipiente existencia. El amor había triunfado sobre la muerte. En medio de la terrible tragedia había brotado la esperanza.