Respetar el orden natural

Autor:  Padre Justo López Melús

 

 

Un monje viajero acudió a pedir hospitalidad a un campesino. El campesino accedió y pidió al monje que rezara una oración por toda la familia. Fueron ante el altar familiar y el monje empezó: «¡Que primero se muera el abuelo! ¡Que después se muera el padre!». Todos miraban al monje asustados. Él continuó: «¡Que luego se muera el hijo! ¡Que finalmente se muera el nieto!».

El campesino, enfadado, increpó al monje: «¿Así pagas mi hospitalidad, deseándome desgracias?». El monje respondió: «Sólo he pedido que la muerte venga según el orden de la naturaleza. Si primero se muriera el nieto y el hijo y al último el abuelo, tu familia se extinguiría. Lo mejor es el orden natural». Y el campesino ofreció al monje la mejor cama de la granja.