El esclavo y la tempestad

Autor:  Padre Justo López Melús

 

 

Un rico marajá de la India se embarcó y se desató una gran tormenta. Uno de sus esclavos empezó a llorar de miedo, tanto que la tripulación empezó a irritarse, y poco faltó para que el marajá lo arrojase al mar. Pero su consejero le dijo: «Yo lo arreglaré». Entonces ordenó arrojarle al mar atado con una cuerda. El pobre esclavo empezó a gritar sacudido por las olas que lo zarandeaban en todas direcciones. Luego el consejero mandó sacarlo.

Una vez en cubierta el esclavo se tendió en un rincón, silencioso y tranquilo. El consejero explicó al marajá a qué se debía semejante cambio de actitud: «Los seres humanos nunca nos damos cuenta de lo afortunados que somos hasta que nuestra situación empeora». Nadie aprecia tanto la salud como el que ha estado gravemente enfermo. Cristina lloraba porque no tenía zapatos, hasta que vio a una niña que no tenía pies.